KAIJUS (TERROR GIGANTE)
El género en que se engloba el cine de monstruos era, en sus orígenes, el de terror (y catástrofes) pero hoy es más fácil encontrarlo dentro del de ciencia ficción, el de acción e incluso el de aventuras. Aprovechando el estreno de la película «Godzilla vs. Kong» voy a hacer un pequeño repaso a la historia de estos titánicos monstruos y su origen centrándome, sobre todo, en la figura del Kaiju japonés. Cómo no, con su respectiva (y resumida) selección fílmica.
¿QUÉ ES UN KAIJU?
Kaiju, en japonés, viene a ser algo así como «bestia extraña». El miedo a las armas nucleares y las consecuencias que estas podían acarrear en la tierra no solamente por su poder de destrucción, también por el alto nivel radioactivo que dejaban a su paso, fueron la inspiración para crear a estos poderosos monstruos vengadores. Y digo vengadores por que los Kaijus, en su origen, vienen a ser criaturas ancestrales que despiertan con la misión de poner al mundo de los humanos en su sitio. Una especie de castigo planetario a nuestros vanidosos pecados.
GODZILLA – REY DE LOS MONSTRUOS
Gojira (nombre original en Japón) o Godzilla como se conoce a este monstruo reptil en el resto del mundo. Este monstruo ha aparecido en más de 33 películas, en las que se incluyen diversos filmes de animación, series y muchísimo merchandising. Su poder, además de ser gigante, es que lanza por la boca su «Aliento Atómico» destruyendo todo a su paso, su cola la cual destruye todo a su paso (también), eso si no te engulle con esa boca de saurio dopado además de nadar, muy rápido.
La primera aparición de este monstruo atómico nos llegó en 1954 de la mano del director Ishiro Honda con «Gojira». En esta película, la premisa de monstruo más o menos empático y defensor de la tierra que tiene ahora era algo diferente. Godzilla (o Gojira) era una especie de monstruo divino que vivía en las profundidades y al que, en la antigüedad, los nativos de una isla cercana a su morada rendían culto e incluso sacrificaban a muchachas para que este saciara su hambre de carne humana. Tras los ataques nucleares de EEUU a Japón antes de finalizar las Segunda Guerra Mundial en 1945, el monstruo despertó de su letargo. (OJO SPOILERS – Pasa al siguiente punto) Tras diversos ataques (Tokio incluido), el Dr. Serizawa usa un arma que él mismo ha creado y la cual tiene la capacidad de destruir el oxígeno y así matar a la bestia. Al principio no quiere hacerlo ya que esto es algo muy peligroso y, tras hacerlo, el mundo querrá tener los conocimientos de semejante poder destructivo. Al final, es la única manera, lo utiliza y «mata» a Godzilla pero decide lanzarse él también contra su creación para que los conocimientos de su arma jamás sean revelados. Como vemos, el filme es una alegoría anti armamentística en toda regla.
De entre todas las películas de Godzilla voy a destacar las siguientes (No incluyo ninguna del llamado MonsterVerse):
- «Godzilla contraataca» (1955), película dirigida por Motoyoshi Oda. Secuela directa de la primera película. Godzilla reaparece para seguir dando penitencia a los humanos pero otro monstruo denominado Anguirus aparece.
- «Godzilla» (1998), dirigida por Roland Emmerich. Sí, la de Mathew Broderick y Jean Reno. La de las crías de Godzilla. Vale, vale, es flojísima, pero a ver, tiene música de Jamiroquai y eso ya es mucho. Además, el monstruo estaba muy guapo y uno tenía apenas 10 años cuando lo vio.
KING KONG – LA OCTAVA MARAVILLA
Unos aventureros acompañan a un equipo de cine, que está rodando una película, a una isla oculta cerca de Sumatra (Océano Pacífico). Allí aún descubren viviendo a saurios del cretácico (jurásico queda mejor pero no es su tiempo) y una tribu milenaria que parece venerar a una especie de rey antiguo. Tras unos cuantos escarceos con los nativos y la aparición del primate, los visitantes consiguen dormirlo y llevarlo a Nueva York, donde lo presentarían como «la octava maravilla del mundo«. Se acaba escapando… Su poder es la fuerza bruta y que es gigante y que es un gorila (gigante). Imagínate. Y no, Kong no es un Kaiju.
Destaco, cómo no, la primera película de la RKO del año 1933, «King Kong» dirigida por Edgar Wallace donde podíamos ver la mítica escena del primate subiéndose a lo alto del Empire State con la actriz protagonista Ann (interpretada por la bellísima actriz Fay Wray), de la cual se enamora. Un clásico de la historia del cine. Algunos la ven como uno de los mejores ejercicios de reflexión sobre el conflicto entre civilización y barbarie, siempre latente desde la perspectiva americana de la época.
Entre producciones norteamericanas y japonesas, de este simio ancestral se han realizado más de diez películas (además de series de animación) entre las que destaco las siguientes (No incluyo ninguna del llamado MonsterVerse):
- «King Kong» de John Guillermin (1976). Basándose en la primera película pero adaptada en tiempos más modernos una empresa petrolífera envía a un grupo a la micronesia en la búsqueda del preciado oro negro. Antes de llegar encuentran una mujer que va a la deriva en el mar y que, más tarde, una tribu intentará sacrificarla a una suerte de deidad monstruosa. Un remake de la primera entrega producido por el mítico Dino de Laurentiis. Curiosa cinta (para muchos un buen plomo) protagonizada por la magnífica Jessica Lange y Jeff Bridges y ganadora de un Oscar a mejores efectos especiales.
- «King Kong» de Peter Jackson (2005). Aunque la obra del director de «Tu madre se ha comido a mi perro» y la trilogía de «El señor de los anillos» se llevó algún palo, a mí me sigue pareciendo un divertimento de aventuras muy grato y emocionante. Ganó tres Oscars gracias a su apartado técnico.
DUELO DE TITANES (nunca mejor dicho)
Y llegados a este punto y tras las películas «Godzilla» (2014), dirigida por Gareth Edwards, director también de «Rogue One» (lo más potable que se ha hecho de «Star Wars» en 20 años), «Kong: La isla de la calavera» (2017), muy correcta y entretenida cinta de Jordan Vogt-Roberts el cuál, además, se comenta que va a dirigir la película de «Metal Gear» y «Godzilla: Rey de los monstruos» (2019), dirigida por Michael Dougherty, también director de la pesadilla navideña «Krampus«, llega la antes mencionada «Godzilla vs. Kong», dirigida por Adam Wingard. Juntas engloban el denominado MonsterVerse al que, en principio, se le unirán dos títulos más.
Fue en 1962 cuando, dirigida también por Ishiro Honda, pudimos ver a estos dos titanes enfrentándose en «King Kong contra Godzilla«.
MÁS MONSTRUOS JAPONESES
A Godzilla le acompañan muchos otros monstruos míticos. Casi siempre son enemigos, pero hay momentos que se labran alianzas por la llegada de amenazas mucho más peligrosas.
GAMERA: Gamera es un quelonio (tortuga) que hace las veces de Godzilla pero que rápidamente se convierte en un aliado de la humanidad. También despierta después de unas pruebas nucleares, esta vez, en la Antártida. Se puede proteger en su caparazón y echar fuego como los petardos esos de San Juan que giran sobre si mismos. Vuela, rompe todo y todas esas cosas.
MOTHRA: Mothra es un protector de la tierra, aunque no siempre bienvenido por los humanos que no dudan en lanzar al ejército contra este bicho (es una polilla gigante). Siempre va acompañado de dos sacerdotisas que son las que le invocan. Es enemigo de Godzilla, aunque en ocasiones forman alianzas para derrotar a otros seres como el que veremos a continuación.
KING GHIDORA: La némesis de Godzilla. Uno de los monstruos más poderosos llegado desde el espacio exterior y exterminador de civilizaciones enteras. Al parecer fue creado por unos aliens llamados Garoga. De entre todas estas bestias, es sin duda de las que más impacto causa por su semejanza a un gran dragón de varias cabezas. En la tierra dio con hueso duro, que es el lagarto por antonomasia aunque también tuvo que enfrentarse a Mothra en otras ocasiones. Lo hemos podido ver en «Godzilla contra King Ghidora» (1991), dirigida por Kazuki Omori o la reciente «Godzilla: Rey de los monstruos«.
+ EXTRA
PACIFIC RIM – UN HOMENAJE DE GUILLERMO DEL TORO
El bueno de Guillermo del Toro creó su particular homenaje al cine de Kaijus y a los Mecha (robots gigantes pilotados) japoneses en 2013 con «Pacific Rim«.
En el film se nos muestra un mundo devastado por unas terribles criaturas llegadas de otro mundo mediante un portal que se encuentra bajo el Océano Pacífico y la única forma de detenerlos, pues ni con armas nucleares lo consiguen, es mediante los llamados Jaegers. Estos son gigantescos robots tripulados y equipados con la tecnología necesaria para reventar a esos monstruos. La película original es un divertimento muy grato. Cuenta con una secuela estrenada en 2018, una serie animada recién estrenada en Netflix y, cómo no, su propia línea de comics, figuras, etcétera.
Si queremos encontrar más fuentes donde ver robots gigantes luchando contra monstruos gigantes (además de personajes que parecen sacados de «Ultraman«, el cual también se volvía… ¿Lo adivinas? Sí, gigante), siempre podemos hacernos un maratón de los «Powers Rangers«, pero eso ya lo dejo a voluntad de cada uno. (Y sí, también está «Neon Genesis Evangelion» entre otras).
++ EXTRA
Como nota curiosa, en la saga Final Fantasy siempre han aparecido diferentes tipos de monstruos gigantescos, pero en su séptima entrega («Final Fantasy VII» – 1997 – Squaresoft) en la que podemos encontrar a unos poderosos enemigos llamados «Armas» que, siguiendo la tradición japonesa ya comentada, podemos verlos como a auténticos Kaijus.
Aquí tenemos unos maravillosos fan-arts de «Arma Rubí» y «Arma Esmeralda«. Ambas son una reacción de autodefensa que el planeta despierta para defenderlo de la amenaza que suponen Jenova, Sephirot y el meteorito que éste último ha invocado. Estos seres, son hasta 7 aunque en el juego original solamente vemos 5, no dudan en atacar las grandes ciudades protegidas por la macro-corporación SHINRA y su ejército. Y estas dos en concreto eran, en el juego, dos enemigos opcionales que hicieron «sudar sangre» a más de uno para derrotarlas entre los que yo mismo me incluyo.
Y ya estaría por hoy. Espero que no nos despertemos un día con extraños temblores y edificios cayendo acompañados de un ensordecedor rugido. Ya hemos tenido suficiente con un puto bicho que no se ve como para que ahora nos venga otro gigante…



















